Teresa Ribera pasa con nota su comparecencia en el pleno del Congreso, retratando a Mazón y al PP con su exposición.

 Ribera defiende que no hubo “apagón informativo” y advierte de la importancia de la “alerta temprana” ante una DANA como la de Valencia

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y vicepresidenta tercera traslada su dolor, su inmenso cariño y su solidaridad con las víctimas y sus familias





La DANA registrada el pasado 29 de octubre dejó consecuencias catastróficas en la Comunidad Valenciana, así como en Andalucía y Castilla-La Mancha, batiendo récords históricos según las mediciones realizadas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). La intensidad de la lluvia fue tal que se acumularon hasta 184,6 litros por metro cuadrado en el interior de Valencia, mientras que en algunas localidades se alcanzaron máximos de hasta 771 litros por metro cuadrado en 24 horas. En resumen, fue un fenómeno que superó las previsiones, incluso en los mapas de probabilidad alta, media o baja que evalúan la recurrencia de estos eventos extremos.


En este contexto, prevalece lo señalado por la comunidad científica y las Naciones Unidas: el aviso temprano es la primera recomendación. Esto fue llevado a cabo por los organismos dependientes del Gobierno de España, como la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que trasladaron la información a la administración encargada de gestionar la emergencia: la Generalitat Valenciana, liderada por Carlos Mazón, del Partido Popular.


Así lo afirmó este miércoles en el Pleno del Congreso Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, quien compareció a petición propia. “Nunca hubo un apagón informativo”, defendió Ribera, quien también forma parte de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Explicó las funciones de los organismos implicados: la AEMET es responsable de la observación y elaboración de predicciones meteorológicas, mientras que la CHJ gestiona la cuenca hidrográfica, disponiendo de un sistema automático de información que ofrece datos públicos en tiempo real. Su personal es eminentemente técnico, siendo los organismos de Protección Civil quienes utilizan esta información para emitir alertas y contactar con los ayuntamientos. La vicepresidenta subrayó que “el pasado día 29, la gestión de la emergencia correspondía a la Generalitat”.


El recuento cronológico muestra cómo los organismos del Estado estuvieron presentes, activos y disponibles, no solo durante la jornada crítica, sino también en los días previos y posteriores a las horas más complicadas”, destacó Ribera. Detalló las comunicaciones de la AEMET con la Generalitat: la primera se realizó el jueves 24, con actualizaciones los días 25 y 26. El día 27 se emitió un aviso especial que se mantuvo hasta el 29. Gracias a esta información, instituciones como la Universidad de Valencia tomaron medidas. No ocurrió lo mismo con la Generalitat. Por su parte, la CHJ emitió hasta 25 avisos entre las 5:33 y las 9:00 de la mañana del día 29. Sin embargo, la alerta de protección civil de la Comunitat Valenciana no se activó hasta pasadas las 20:00 horas.


Los organismos del Ministerio actuaron conforme al protocolo y a la norma básica de protección civil, que los vincula funcionalmente al mando único de la emergencia”, insistió Ribera. También aprovechó su intervención para defender la nueva planificación hidrológica 2022-2027, que incluye una inversión de 22.844 millones de euros, subrayando que el plan de recuperación concede una enorme relevancia a las políticas hídricas.


A raíz de este episodio, y dado que eventos como este podrían ser más frecuentes en el futuro, es crucial distinguir entre medidas que reducen nuestra vulnerabilidad y la desinformación que pone en duda la credibilidad de las instituciones destinadas a ayudarnos en situaciones críticas”, concluyó Ribera. Finalizó asegurando: “No vivimos en un estado fallido, sino en un Estado de derecho, con servicios públicos que funcionan para proteger a la población. Debemos respetarlos, valorarlos y fortalecerlos, ya que el conocimiento, la ciencia y la confianza en las instituciones son nuestros mejores aliados frente al riesgo. Los servicios públicos de calidad son esenciales para cuando necesitamos protección, y el respeto y la capacidad de reaccionar unidos ante los grandes desafíos son fundamentales”.