España se convierte en el motor de Europa.

La economía española ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, situándose como líder entre las principales economías de la zona euro. Recientemente, JP Morgan ha revisado al alza sus previsiones para España, destacando su sólido desempeño en contraste con el estancamiento observado en Alemania e Italia.

España va superando las estimaciones anteriores previstas. Eso refleja una tendencia positiva sostenida. En contraste, las proyecciones para Alemania e Italia han sido ajustadas a la baja, evidenciando desafíos económicos en estos países.

Mientras Alemania e Italia enfrentan dificultades económicas, España muestra un crecimiento robusto, impulsado por un sector servicios dinámico, un turismo en auge y un mercado laboral en expansión. Además, el aumento de la población debido principalmente a la inmigración, que ha elevado la oferta laboral y ha contribuido muy positivamente al crecimiento del PIB.

la demanda interna en España está tomando el relevo como motor de crecimiento, especialmente en un contexto donde la demanda externa muestra signos de debilitamiento. Se espera que el consumo privado acabe por encima del 2% en 2024, respaldado por la recuperación del poder adquisitivo social y la disminución de los tipos de interés.

Este desempeño económico ha posicionado a España como un referente en la zona euro, superando en crecimiento a economías tradicionalmente más fuertes. La combinación de factores internos favorables y una gestión económica efectiva han sido clave para este éxito.

El ritmo en el tercer tramo del año se mantuvo inalterado en el 0,8%, tres décimas por encima del promedio de la OCDE y cuatro más que la media del crecimiento de la zona euro. El PIB nacional fue un 3,4% más elevado que doce meses atrás y un 6,6% que a finales de 2019.